9 de septiembre de 2014

Fomento de la lectura, extensión cultural y bibliotecaria

La vigente Ley de la lectura, del libro y de las bibliotecas, recoge en su capítulo segundo la promoción de la lectura, entendiendo la "lectura como una herramienta básica para el aprendizaje continuo, y subraya el interés general de la lectura en la vida cotidiana de la sociedad". 

Imagen tomada de http://www.ampamiqueladlert.com/

Prevé planes de fomento de la lectura y actividades de promoción de la misma, la potenciación de los servicios y las dotaciones bibliográficas, la cooperación de las administraciones públicas con empresas, asociaciones y fundaciones en iniciativas de fomento de la lectura, la utilización de instrumentos de análisis y la evaluación de todas estas actividades".

Destaca a "las bibliotecas, muy especialmente las públicas, las escolares y las universitarias", como "instituciones que desempeñan un papel insustituible en el desarrollo, mantenimiento y mejora de los hábitos de lectura, en la medida en que garantizan, en condiciones de igualdad de oportunidades, el acceso de todos los ciudadanos al pensamiento y la cultura". 

Por ello el Gobierno, explicita en este texto que, "apoyará e incentivará la apertura de las bibliotecas escolares a la comunidad de ciudadanos de su entorno, y su incorporación a las nuevas tecnologías" promoviendo para ello acuerdos con las administraciones autonómicas y locales correspondientes.

Los Planes de Fomento de la Lectura pretenden potenciar el hábito lector en la ciudadanía, poniendo el énfasis en la población infantil y juvenil, y los sectores más desfavorecidos socialmente, teniendo especial atención con las personas con discapacidad, e incidiendo en el aprendizaje continuo de los ciudadanos de cualquier edad.

Imagen tomada de http://cpsantabarbaramatarrosa.centros.educa.jcyl.es

Los planes prestarán especial atención a la potenciación de los servicios y a las dotaciones bibliográficas de las bibliotecas con el objetivo de facilitar el acceso a la información y crear las condiciones favorables para la formación y el desarrollo de lectores.

El Plan de Fomento de la Lectura puesto en marcha por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte en 2001,  concibe el fomento de la lectura como una tarea distinta de la formación de la habilidad de leer, y una tarea común de toda la sociedad, fruto de la colaboración entre los responsables de políticas culturales, sociales, educativas y de comunicación. Su puesta en práctica ha dado como resultado la firma de diferentes colaboraciones y acuerdos con varias entidades públicas y privadas que hacen posible la implicación de todos en la consolidación de una sociedad lectora.

 
Las actividades del Plan de Fomento de la Lectura se estructuran en seis áreas:
  1. Observatorio de la Lectura y el Libro: instrumentos de análisis.
  2. Fomento del hábito lector en centros docentes.
  3. Potenciación de la biblioteca pública.
  4. Acciones de comunicación.
  5. Actividades de animación a la lectura.
  6. Acciones de concienciación y colaboración con otras instituciones.
Entre las actividades de animación a la lectura, destaca la Campaña de Animación a la Lectura María Moliner  desarrollada desde 1998 y dirigida a bibliotecas públicas de municipios de menos de 50.000 habitantes.


Es un concurso con el que se trata de premiar los mejores proyectos o actividades para promover la lectura, tanto entre niños y jóvenes como entre otros colectivos sociales. La convocatoria es anual y se premia a 300 bibliotecas que reciben lotes bibliográficos compuestos por 180 libros. Desde 2002, los tres mejores proyectos reciben, además, premios en metálico que financia la Fundación Coca-Cola.


En este enlace se pueden consultar las bibliotecas premiadas desde el inicio de la campaña. Es interesante este documento puesto que desarrolla los proyectos llevados a cabo, y ofrecen pautas y pistas para adaptarlos como buenas prácticas a cualquier tipo de biblioteca.

La web del Plan de Fomento de la Lectura del Ministerio de Cultura recoge además un Censo de actividades desarrolladas por instituciones públicas y privadas de toda España que permite la búsqueda por diferentes criterios. La tipología de actividades que recoge es la siguiente:


  

Instituciones locales, Comunidades Autónomas y centros escolares, han ido desarrollando sus propios planes de lectura con el mismo propósito de fomentar el hábito lector en su ámbito geográfico. Una búsqueda en Travesía permite acceder a estos documentos normativos.

Fomento de la lectura frente a extensión cultural o bibliotecaria

Hemos hablado hasta ahora de Fomento de la Lectura, dudando si la extensión cultural o la extensión bibliotecaria en bibliotecas deriva en actividades diferenciadas. Tras diversas lecturas se podría concluir que una cosa es la tipología de actividades señalada más arriba, -teniendo en cuenta que probablemente se podría ampliar o modificar esa clasficación-, y otra es el ámbito en el que se ofrecen. 

Es decir, los tipos de actividades comentadas, pueden desarrollarse en bibliotecas de cualquier tipo, en otras entidades locales o culturales mediante convenios de colaboración, o extender los servicios bibliotecarios fuera de la biblioteca a través de muy diferentes opciones. 

Además de los conocidos bibliobuses o bibliometro, existen otros tipos de bibliotecas móviles que usan muy diferentes medios de transporte, en cualquier lugar del mundo. Barcos, camiones, furgonetes, burros o camellos tratan de sacar la biblioteca fuera de los edificios convencionales y acercarla a los ciudadanos. Destacar ejemplos como el Bokbaten o biblioteca flotante de Noruega, el bibliocamello en Kenia o Somalia,  la  bibliolancha en Sudamérica, o el biblioburro, o bibliomula en Colombia y Venezuela, aunque tenemos claro que no son casos comparables puesto que en alguna situaciones son el único medio de acercar los libros a la comunidad.



Las bibliotecas móviles extienden los servicios de las bibliotecas, fundamentalmente el servicio de préstamo, pero no únicamente, ya que en ocasiones pueden organizar otro tipo de actividades culturales en colaboración con entidades locales, fomentando así el hábito lector entre las poblaciones
geográficamente más dispersas, o rurales.

La telebiblioteca de la Comunidad de Madrid o préstamo a domicilio, así como los préstamos colectivos a hospitales, colegios, prisiones, etc., pueden considerarse también servicios de extensión bibliotecaria.

En cuanto a los actividades culturales que se desarrollan en las bibliotecas, las pautas para bibliotecas públicas publicadas en 2002 recogen una clasificación similar a la vista más arriba, y explicita que "las bibliotecas públicas deben organizar actividades culturales que fomenten y refuercen el uso y conocimiento de la entidad como centro cultural, informativo y lúdico, así como su vocación de espacio ciudadano colectivo, directamente o contando con la colaboración y apoyo de otras entidades locales". La lista de actividades posibles es la siguiente: 
  • Actividades de fomento del hábito de la lectura entre el público adulto.
  • Actividades de fomento del hábito de la lectura entre niños y jóvenes: “la hora del cuento”, maratones de cuenta cuentos, actividades prácticas de escritura, ilustración y edición de los propios libros o publicaciones periódicas, concursos, talleres de lectura, encuentros con autores e ilustradores.  
  • Exposiciones bibliográficas, artísticas, científicas, divulgativas, etc., en las que se prestará una especial atención a los temas de interés local.
  • Conferencias, mesas redondas, recitales y veladas literarias, encuentros con autores, ilustradores, editores y libreros, presentaciones de libros y publicaciones en cualquier soporte.
  • Actividades de fomento e impulso de la narración oral, a fin de preservar y difundir las culturas, la historia y tradiciones de la comunidad local.
  • Otras actividades que impulsen las manifestaciones culturales locales.
Entendemos y concluimos entonces, que actividades de fomento de la lectura y actividades culturales se tratan como términos sinónimos,  que pretenden tanto la difusión de los fondos de la biblioteca, como el fomento de la propia entidad como centro educativo, cultural y del conocimiento, y que la extensión bibliotecaria propiamente dicha "engloba una serie de servicios y medidas que toman las bibliotecas para tratar de eliminar las barreras físicas, geográficas, sociales, económicas, culturales o de cualquier naturaleza  que impiden o dificultan el acceso a  la cultura y la información de ciertos grupos de población. En tanto son una medida para extender los servicios más allá de los límites convencionales de la biblioteca se habla de extensión bibliotecaria".

Biblioplaya de Gijón (Asturias)


Referencias bibliográficas:

ACLEBIM. Asociación de Profesionales de Bibliotecas Móviles . Página web disponible en http://www.bibliobuses.com/

España. LEY 10/2007, de 22 de junio, de la lectura, del libro y de las bibliotecas. Disponible en: http://travesia.mcu.es/portalnb/jspui/bitstream/10421/188/1/Ley_10_2007.pdf

España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. (2001). Plan de Fomento de la Lectura. Disponible en: http://www.mecd.gob.es/cultura-mecd/areas-cultura/libro/mc/pfl/portada.html

España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Travesía, recursos digitales para la cooperación bibliotecaria.  Disponible en: http://travesia.mcu.es/portalnb/jspui/

España. Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. (2002). Pautas sobre los servicios de las bibliotecas públicas.  Disponible en: http://travesia.mcu.es/portalnb/jspui/bitstream/10421/369/1/pautas_servicios.pdf

Gómez Hernández, J.A. (2002). Gestión de bibliotecas. Universidad de Murcia. Disponible en: http://eprints.rclis.org/10372/1/Gestion_de_Bibliotecas_Gomez-Hernandez_2002.pdf









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